El capítulo 959 de One Piece se titula: «Samurái».
Portada[]
El "Oh familia mía" de "Gang" Bege, vol. 9: «Entrando en una Dressrosa afectada por la batalla».
Los Piratas Fire Tank entran en Dressrosa.
Resumen[]
Dos días antes del asalto a Onigashima, los miembros de la alianza se movilizaron para concluir sus preparativos y dirigirse al puerto Tokage. Después de supervisar la restauración de los barcos en el puerto Itachi, Franky y Usopp se dirigieron a la villa Amigasa para reunirse con su tripulación, dejando los barcos al cuidado de los mosqueteros y carpinteros de Wano. En la mina de prisioneros, Hyogoro supervisó a los prisioneros que recolectaban todas las armas que pudieron encontrar mientras Cho adquiría las armas almacenadas en Ringo. Jibuemon habló con algunos aliados para asegurarse de que todos se desplazaran al puerto Tokage con discreción, y aceptaron a pesar de que Orochi y muchos de sus subordinados ya habrían partido hacia a Onigashima. En la villa Amigasa, Hitetsu le dio a los de Sombrero de Paja varias armaduras kabuto, y Luffy, Chopper y Brook estaban emocionados por ponérselas. Nami y Robin hablaron con Carrot, Wanda, Shishilian, Concelot y Giovanni sobre la luna llena que estaría presente durante la batalla final, y esperaban que los minks pudieran usar su forma sulong y que Nekomamushi y los Guardianes llegaran a tiempo. Mientras tanto, Luffy miró hacia el océano pensativo, notando que Jinbe aún no había llegado a pesar de que Big Mom ya estaba aquí. Después de conocer lo que había sucedido con Jinbe, Zoro le aseguró a Luffy que el gyojin vendría si todavía estaba vivo.
En el pueblo Ebisu, los habitantes encontraron algo de dinero dejado por Ushimitsu Kozo, lo que los sorprendió al no haber oído hablar de ningún robo en la Capital de las Flores anoche. Sin embargo, en el pueblo Okobore, los habitantes fueron confrontados por Holed'em, quien reveló que la Granja Paraíso todavía estaba siendo robada a pesar de que el escondite de los Ladrones del monte Atama había sido quemado. Los habitantes dedujeron que los Nueve Vainas Rojas probablemente habían robado la comida si los informes de su regreso eran exactos, aunque decidieron no decir una palabra al respecto. Tsurujo le dijo a Holed'em que lo guiaría a la comida, con la intención de ayudar a su esposo Kin'emon y al plan de la familia Kozuki. Sin embargo, los otros habitantes la detuvieron alegando en voz alta que habían comido la comida, sorprendiéndola y enfureciendo a Holed'em.
La noche antes de la batalla final, tres gifters alados volaron a la playa de Kuri y descubrieron que el Thousand Sunny aún estaba en la cueva, y por órdenes de Orochi arrojaron explosivos para destruirlo. Orochi también mandó destruir los puentes que conectaban las regiones, además de los barcos de la alianza en el puerto Itachi. Se preguntó en voz alta qué estaba pasando con la familia Kozuki, asegurándose de que habían regresado a pesar de no haber visto a uno de ellos con sus propios ojos. También confiaba en los informes de su regreso, y declaró que aunque Yasuie había afectado la confianza de sus subordinados en él, no importaba porque tenía todo el poder y podía hacer lo que quisiera. Con los barcos y los puentes destruidos, se aseguraría de que ninguno de los aliados de los Nueve Vainas Rojas los alcanzara el día de la batalla, lo que les haría perder toda esperanza.
En el presente, los Nueve Vainas Rojas proponen zarpar a Onigashima por sí mismos, y Momonosuke les ruega que se detengan, diciendo que podrían retrasar el asalto a una fecha posterior. Sin embargo, Kin'emon le responde que no pueden esperar, ya que su invasión en Udon eventualmente quedaría expuesta y Kaido perseguiría a cada rebelde. El pueblo Okobore ya ha sido quemado completamente. Mientras Shinobu retiene a Momonosuke, los Vainas Rojas dicen que él y Hiyori deberían seguir viviendo, pero tenían que luchar para cumplir los deseos de Oden hasta el final, ya que no habrían sido nada sin él. Kin'emon recuerda que Oden les dijo que Wano ha sido aislacionista durante siglos debido a algo muy relacionado con la familia Kozuki, y que las mareas del mundo solo cambiarían una vez que se abrieran las fronteras. Hace 41 años en la capital, los habitantes se indignaron y se asustaron cuando Oden regresó a la ciudad después de un nuevo intento de escapar navegando, recibiendo una gran cantidad de insultos por parte de los habitantes.
Notas del capítulo[]
- Ushimitsu Kozo ha entregado dinero nuevamente al pueblo Ebisu, a pesar de no haber informes de robos en la capital.
- Tsurujo ya conocía la verdadera identidad de Kikunojo y la supervivencia de Kin'emon, pero ella lo mantuvo en secreto.
- Se revela que Orochi bloqueó el acceso al puerto prometido al hacer que los Piratas de las Bestias bombardeasen los puentes que conectan las distintas regiones de Wano. También tiene destruidos los barcos que la alianza había construido.
- Los Piratas de las Bestias bombardearon el escondite del Thousand Sunny, dejando el destino del barco desconocido.
- Orochi sabe que los Nueve Vainas Rojas viajaron a través del tiempo y que las fuerzas de la alianza suman 4000 personas.
- Holed'em incendió el pueblo Okobore después de que los habitantes se responsabilizaran por los robos de la Granja Paraíso.
- Se dice que la razón por la cual Wano está aislado está profundamente relacionada con la familia Kozuki.
- Comienza un flashback del Wano de hace 41 años.[1] Nota: Escrito erróneamente como 39 años en el lanzamiento original.
Personajes[]
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Referencias[]
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